miércoles, mayo 28, 2008

Banderas celestes y blancas

Me gustaría que llegara el día en que el dueño de un auto decidiera embanderar su auto porque es 25 de Mayo y que no le importara lo que el de al lado pensara. Y que el de al lado, viendo que su vecino embanderó su auto, comprara una bandera como la suya o quizás más grande para colgarla del balcón. Y que la vecina de éste, que es medio chusma y no tiene vida propia, no quisiera quedarse atrás y comprara dos sábanas celestes y una blanca, las cosiera a máquina y la colgara del balcón del segundo piso.
Me gustaría que llegara el día en el que todos los que tienen autos y balcones embanderaran sus pertenencias y dijeran "No hay mundial, pero estoy orgulloso de ser argentino". Y que ese orgullo por los colores patrios nos llevara a pensar en que cada uno de nosotros somos importantes para el resto, para el argentino de al lado, para el vecino. Que pensáramos que nuestras acciones pueden hacer la diferencia, siempre y cuando se piense en el prójimo. Y que las banderas se fueran multiplicando y cubrieran la ciudad con los colores del cielo, y que en cada cada hubiera una familia, con sus hijos, salieran a la terraza y al ver los techos en celeste y blanco exclamaran con el pecho inflado de orgullo "Soy feliz porque soy argentino". Y que al entrar a casa los niños tuvieran un plato de comida caliente, sus útiles, sus libros, a su madre que se puede ocupar de ellos, y a su padre con trabajo. Que al otro día en la escuela, en vez de desconfiar del compañerito de al lado porque sospechan que tiene un arma, los chicos pudieran contarle a la maestra qué lindo que lo pasaron al ver toda la ciudad llena de banderas.
Me gustaría que la Argentina fuera más que una promesa. Me gustaría que fuera una realidad. Me gustaría que fuera justicia, pero esto es lo que hay. Me gustaría que los derechos humanos sean para todos los humanos, inclusive para los que somos derechos. Que el derecho a un techo digno no sólo sea slogan de campaña y destinado a la gente con menores recursos, porque en el medio del sandwich hay una enorme clase media que no se siente ni de aquí ni de alla, que paga alquileres abusivos, préstamos encadenantes y opresivos para dentro de 20 años - con suerte - dejarle un deparamento de 2 ambientes a su único hijo. Me gustaría que la Argentina no fuera la Argentina que ve la presidenta y el INDEC, ni la Argentina del campo explotado. Me gustaría que los que más ganan no paguen más para mantener un sistema político, para mantener planes sociales para gente que no trabaja ni quiere trabajar, para destinar recursos a hospitales que nunca tienen recursos ni los van a tener, para pagar una revista oficialista. Quiero que los que más tienen paguen lo que le corresponde, no que paguen más, porque sino se castiga al que con esfuerzo, con ideas, con creatividad, con contactos, con trabajo consiguió un buen pasar para él y para su familia. Me gustaría que no fuera una Argentina necia, sí una Argentina que estimula los pequeños emprendimientos, las ideas y las innovaciones. Pero es más fácil dar planes sociales, como si con eso le pusiéramos un parche a la dignidad perdida.
Me gustaría que, así como pasó con las banderas un 25 de mayo, las buenas acciones fueran contagiosas. Que la verdad fuera contagiosa. Que los buenos ejemplos, los buenos sentimientos fueran contagiosos. Pero sólo me queda decir que estamos en la Argentina, y lo único que tenemos que nos hermana y nos hace llorar es una bandera, una escarapela y un himno. Y no nos hace llorar por chauvinistas. A algunos nos provoca llanto sólo de pensar que allá por 1800 hubo gente "loca" que quiso un país diferente, que luchó por un ideal, y hoy ese ideal es papel higiénico y todos son arreglos políticos y económicos. A nadie le interesa nada. Todos quieren esconder los problemas debajo de la alfombra. Nadie da la cara. La presidenta se escapa. Las reuniones se cancelan por egos inflados. Esto es Argentina. Un país que tuvo, tiene y tendrá todo para ser un país próspero y es esto, un mix de idioteces y falta de cultura que nos va a llevar a la ruina si seguimos eligiendo los gobernantes de esta manera, y mirando impávidos cómo nos roban las esperanzas día a día.

1 comentario:

Rox dijo...

A mi tambien me gustarian tantas cosas... es tan dificil cuando todos son necios y nadie quiere escuchar.
Es tan dificil todo Ana... vamos a tomar un cafe y vemos como hacemos para empezar a solucionar todo? =P
Te mando un besote enorme... las pirañas andan sueltas por ahi