sábado, noviembre 08, 2008

Padres y chicos

No sé si ustedes notaron que los padres están cada día maás pelotudos. Sí, pelotudos. No quiero pecar de vieja retrógrada y decir "esto cuando yo era chica no pasaba", porque también pasaba.
Voy a citarles algunos ejemplos que veo al salir al balcón a fumarme un pucho y se los voy a comparar con lo que habría hecho mi vieja en esa situación hace 30 años.

"A mí no me va a pasar" (ejemplo de padre que no suelta el celular)

O yo salgo en el momento equivocado al balcón, o la gente que maneja está mal de verdad. De cada 10 autos que pasan, 5 son conducidos por boludos importantes que van mandando mensajitos de texto o hablando por celular. Ya hablar por celular mientras se maneja es un peligro, imagínense mandar un SMS mientras se intenta pasar el cambio, pisar el embrage y agarrar el volante... Si te les ponés adelante no te ven. Si les hacés señas desde afuera para que larguen el celular te mandan a la mierda como si el equivocado fuera uno. Ma si, mátense en masa así hay menos boludos en la calle. Pero que a mí no me pisen.


"Al nene le gusta manejar"

Sí, señor. A todos los nenes les gustan los tutús, les gustan los Hot Wheels, les gusta lo que hace su papá con el volante. Pero los nenes no son para sentarlos en la falda del conductor ni entre el manubrio de la moto y quien maneja. Ya va a tener tiempo para hacer cagadas cuando aprenda a manejar a los 18, no a los 3 años. ¿No entiende por qué? Porque si tiene que hacer una maniobra repentina, o tiene que frenar de golpe, el nene se rompe la ñata contra el volante. ¿Y qué culpa tiene su hijo de tener un padre descerebrado? Ninguna. Por eso le aviso que llevar al nene en la falda ESTÁ MAL y que puede lastimar lo que más ama en este mundo. Sea responsable.

Lo que habría hecho la madre de la Turca hace 30 años: como buena maestra, hubiera parado al conductor y le habría pedido amablemente que pusiera a su nene en el asiento trasero. El conductor habría accedido amablemente y le habría dicho "señora, tiene toda la razón".

Qué le pasaría a la Turca si hoy hiciera lo mismo que su madre: le soltarían tantos improperios que tendría dos opciones: o romperle el vidrio de un piedrazo o meterse adentro de su casa, no vaya a ser que el tipo que maneja tenga banca y en realidad lleve a su hijo en la falda porque tiene algún tipo de impunidad.

"¿Vos que querés, mi vida?"

Odio a los padres que entran a un kiosko justo cuando una está más apurada que nunca y en vez de hacerla rápida, o de dejar que el kioskero siga atendiendo, le preguntan a su hijo/a "¿vos qué querés, mi vida?"Arrrggghhhh, las odio, madres argentinas. Reproduzco un diálogo que llevó por lo menos 5 minutos:

-¿Qué querés que te compre mamá?
-Ñahmnnnoozzzzzzzzzé.
-Bueno, mirá. Acá tenés huevitos Kinder, gomitas, pastillitas, T-pop...
-HummmmAAAAAAuugghhhh
-¿No querés unas papitas 3D?
-Hmmmmm... no.
-¿No querés un alfajor?
-No.
-Bueno, decidite.
-Hummmmmm....
-¿No querés una Bananita Dolca?

(La Turca se impacienta, pone cara de culo y mira para el costado recordando cuando en su época no había derecho a elección: era Chocolatín jack o nada)

Interrumpo.

-Disculpá que te moleste, pero estoy apurada.
-Ay, sí, lo que pasa es que el nene no se decide.

Miro al kioskero, le pido un Marlboro Box, pago justo y me voy.

Qué habría hecho la madre de la Turca hace 30 años:
Habría dicho "otra cosa no hay, si no vas a querer el chocolatín Jack, nos vamos a casa. Hay gente que está esperando para comprar. Hasta mañana Don Lucho, la nena no quiere el chocolatín". Acto seguido, me hubiera tomado de la mano y habríamos caminado hasta casa. Y yo sin decir ni un "pero". Ahora te la bancás.

"Amo a mis hijos"

Ningún padre nace con un libro que le enseñe a ser padre. Pero ser padre sin sentido común es lo peor que le puede pasar a cualquier hijo.
Tengo dos escuelas a menos de una cuadra de mi casa. A la salida, aún hay algunas madres que los pasan a buscar. Al pedo. Los pibes van descontrolando todo, adelante de la madre, que viene rezagada hablando por teléfono celular mientras los pibes le rompen el jardín al vecino, le tiran banditas elásticas a mi perro...
Nunca escuché a ninguna que dijera "soltá eso o te mato" o, como mínimo, "vas a ver cuando lleguemos a casa". Siguen hablando por celular... Después los hijos se accidentan o les pasa algo y la culpa la tiene otro, o le inician un juicio al Gobierno de la Ciudad porque sí.

Qué habría hecho la madre de la Turca hace 25 años: "Vengan para acá porque las reviento, pedazo de maleducadas, ¿desde cuándo andan gritando en la calle? ¿Están matando a un chancho? Ahora por portarse así no hay postre hasta la semana que viene". Y se cumplía. Acompañaba la reprimenda varios tirones de mechones o tirones de orejas. Y no quedamos traumadas por eso.

"La pizza no me gusta, el queso no me gusta, la verdura no me gusta. Me gustan las papas McCain y las salchichas vienissima con queso"

Salida a comer con matrimonio con hijos en edad de pensar.
La madre le pregunta al hijo: "¿Vos qué vas a comer?" (N.de R. Sigo pensando que no hay que dar elección a chicos que no saben alimentarse)
-Paty con papas fritas.
-Acá Paty no hay porque es un restaurante. Papas fritas hay. ¿Papas fritas con qué?
-Con Paty.
-Paty no hay.
-Entonces pizza, pero sin queso.
-Pero pizza comemos en casa todos los días.
-Entonces fideos.
-Fideos con qué?
-Con manteca. Sin queso.
-Fideos con manteca no hay, no hacen en los restaurantes.
-Entonces quiero un flan con crema.

La madre después va a decir: "lo que pasa es que pobrecito, no le gusta la verdura, no come lechuga ni tomate ni cebolla ni zanahoria. La acelga la pasa pero si es en bocaditos. No le gusta el queso".

No entiendo ni nunca voy a entender cómo un gurí de 6 años decide qué es lo que quiere comer. Menos voy a entender a los padres que no los educan para la salud y para una alimentación variada.

Qué habría hecho la madre de la Turca hace 25 años:
-Otra cosa no hay. Vamos a comer ravioles con tuco y queso. ¿No te gustan? No hay otra cosa.
-Pero en el menú hay otras cosas.
-Sí, por ejemplo?
-Pollo con papas fritas.
-El pollo con papas fritas está caro. Se acabó. Vamos a comer ravioles con tuco y queso.
-Ufa!
-Ufa? No comas entonces. Pero no hay otra cosa, ni acá ni en casa. Ni postre. Ni agua. Ni leche chocolatada. Te vas a la cama sin comer.
-Ufa.
-Decís una vez más "ufa" y no comés. Hay chicos que se van a la cama con la panza haciendo ruido de hambre, y vos decís "ufa"? Vamos a llamar a los chicos que no tienen para comer y le vamos a dar tu plato.
-No, eso no.
-Entonces comés y te callás la boca.

2º caso, con mi hermana.

-No me gustan los fideos con manteca. Llevamos casi un mes comiendo fideos con manteca (fue en la época de la hiperinflación, en el 87)
-No hay otra cosa.
-Ma, estoy podrida de los fideos con manteca. (mi hermana empuja el plato hacia el centro de la mesa)
-Ah, si? Bueno, te los vas a tener que comer igual.

Acto seguido, agarró el plato de mi hermana lleno de fideos y se los volcó sobre la cabeza. Y le dijo:
-Para que aprendas a agradecer que tenés comida en la mesa. Ahora te los vas a comer del pelo.

No sé si mi mamá fue demasiado "dura" si comparamos los padres de ahora con los de antes. Pero nosotros sabíamos de límites, sabíamos con qué se podía joder y con qué no.
Nunca le hubiéramos dicho a mi vieja "Quiero un pantalón de 47ST, un celular con cámara, una Nintendo Playstation III con 45 juegos, unas zapatillas Vans..." La ropa se iba pasando de hermana a hermana, y la más grande (en este caso yo) recibía donaciones de las vecinas del edificio, madres de nenas más grandes que yo, que le pasaban la ropa que sus hijas no usaban más a mi mamá. Y se agradecía. Y estábamos contentas porque "era ropa nueva". Nunca dijimos "yo esto no me lo pongo porque lo usó la vecina". La ropa de las vecinas era mejor que la que mi mamá nos podía comprar.
Y crecimos felices, con chirlos, con tundas, con chancletazos en la cola, pero con mucho amor y reconocimiento cuando hacíamos las cosas bien.

¿Cómo creciste vos?