miércoles, abril 09, 2008

Sobre infidelidades

El celular de él está sobre la mesa. Él está en el baño duchándose. La pregunta carcome tu cerebro como alguna vez al príncipe Hamlet la duda de "ser o no ser". Decís: "¿A ver quién lo llamó?"
Y descubrís, entre todas las llamadas recibidas, que hay dos de una tal "Nadia" y otra de una tal "Natalia". "Claro", decís, "las dos comienzan con N. Son NN. Les puso esos nombres para desviar mi atención, pero yo no soy boluda. Nunca me habló ni de una Nadia ni de una Natalia. Es más, no tiene ex novias con esos nombres".
Mirás la fecha y la hora de esos llamados. Son llamadas hechas en un horario que vos no estabas en tu casa, pero de ser así, ¿por qué no llamó desde el teléfono de casa?. Simple. Porque llamó a celulares y si a vos se te ocurre pedir la factura detallada, va a saltar lo que ahora estás viendo en su celular y no podés creer.
¿Qué hacer? ¿Esperás que salga del baño y le partís un palo por la cabeza? ¿Una llamada a una desconocida que no es ni ex novia ni amiga ni nada en una hora en la que vos no estabas es prueba fehaciente de una infidelidad? ¿Qué es la infidelidad? ¿Por qué la gente es infiel?

Los psicólogos, gente que tiene explicación para todo pero que generalmente no pueden con sus propios problemas, dirán que el fenómeno tiene que ver con las expectativas sobre el otro no satisfechas, con necesidades internas del ser humano que no se encuentran cubiertas por una sola persona, con ganas de sentirse deseados por otra persona que no sea la propia pareja, con el desarrollo del juego de la seducción - perdido en la pareja desde hace un buen tiempo debido a la rutina- a fin de aumentar una autoestima en franca decadencia con la aparición de las arrugas y la caída del cabello.
Los sociólogos, por su parte, dirán que está en la naturaleza del hombre ser infiel. No así en la mujer, pero permítanme dudar. La mujer, según los especialistas, se cree con el mismo derecho de ser infiel que los hombres, con la diferencia de que la mujer lo hace por venganza, porque está cansada de su situación y no puede cortar por lo sano, o porque está con alguien por conveniencia y otro la satisface amorosamente. Dicen que desde que el hombre era un cavernícola, un cromagnon que se las arreglaba para sacar de una piedra un cuchillo filoso y poder usarlo en la caza de algún antílope, es infiel. La infidelidad del hombre, por lo tanto, es una vieja conducta que se carga en los genes porque había que garantizar la descendencia para poblar al mundo.
El hombre, visto como animal, puede aparearse con varias hembras. La función que cumple el hombre como macho de una especie es ser fecundo, procrear, que el fruto de su copulación sea tan capaz como él para proveer seguridad y alimento a sus futuras crias. Si vemos el ejemplo de los gatos, cuando una gata entra en celo después de tener su cría, el macho que se aparee con ella va a matar a la cria del otro gato. No porque esté en los genes del gato ser asesino, sino como muestra de que la próxima cría es la que vale y él es el macho que marca territorio. Y el gato no le prometió amor eterno a la gata ni nada de eso.

Y el concepto de amor, casamiento e infidelidad, a mi humilde parecer, tiene más que ver con la cultura y la religión. Negar que somos de la especie humana dentro del género de los mamíferos con una imposición cultural es como tapar el sol con un dedo. Es como lo que hicieron, valga la comparación, con los judíos en España. Se podían convertir al cristianismo, era NECESARIO que se convirtieran o la inquisición vendría por ellos, pero al final terminaban manteniendo sus costumbres y ritos en secreto. Por eso se los llamaba "infieles".
Cuando se realizó la reforma Gregoriana allá por el siglo VI d.C., una de las prohibiciones para los curas fue el sexo. Si hoy son "célibes" es porque en aquella época andaban medio descontrolados, tenían hijos por todos lados con las ferigresas, se escapaban, volvían, tenían más hijos, y la Iglesia como institución terminaba perdiendo plata y tierras manteniendo a todos los hijos de estos padrecitos alocados. Por eso se instituyó el voto de castidad. Y el casamiento se instituyó para controlar a la población: a los hombres se los obliga a elegir una sola mujer. A las mujeres, a ser vírgenes hasta el casamiento. De esa manera, habría algo llamado "familia" y existiría cierto control sobre las conductas humanas.

Hoy, 1400 años después, la gente no se fija demasiado en la conducta cristiana, salvo los TJ y algunas iglesias protestantes que surgen después de la Contrarreforma. Hoy las pibas se regalan, se rifan, se entregan. No las juzgo, confío en que un día van a caer en la cuenta de que así no van a llegar ni a la esquina. Y los hombres tienen muy fácilmente lo que quieren, satisfaciendo, de esta forma, sus deseos más primitivos. Los mismos deseos que tenían sus ancestros, allá a lo lejos en las cavernas del sur de Francia.

Por eso, muchacha, ¿tiene sentido jugar al agente 007? No. El hombre puede amar a una mujer, pero acostarse con varias sin mantener una relación afectiva. ¿Tiene sentido revisar llamadas del celular, revisar bolsillos con la excusa de lavar el jean, tratar de encontrar un programa que descubra la contraseña del messenger para saber si alguien "desconocido" le envía e-mails sugestivos? No. Hagas lo que hagas, si te tienen que "traicionar", lo van a hacer. Y por más que, como te enseñó mamá, en la casa seas una lady y en la cama una perra, ellos siempre van a querer más.
Y a aquellos hombres que son diferentes, si los lastimo o se sienten prejuzgados, perdónenme y sepan que especímenes como ustedes sólo están más evolucionados que el resto. Ustedes son los que hacen la diferencia en la vida de la mujer que eligieron :)
A disfrutar, che, que la vida es corta.

2 comentarios:

Mariano De María dijo...

"Los psicólogos, gente que tiene explicación para todo pero que generalmente no pueden con sus propios problemas",

Clap clap.

Me gustó este texto, así reflexivo pero con un enfoque analítico (Lo de analítico es por "Analía" ¿?).

Saludos turka !

Demax.-

Rox dijo...

Hola Ana, como estas?
Em no se que decir, se que de los cuernos y de la muerte nadie escapa, asi que bueno, yo cornuda fui en alguna etapa de mi vida, y nada eso.
Ahora estoy en el Bolson, con un sol espectacular, no quiero volver jeje
Te mando un besote enorme
Y nada eso, nos vemos a la vuelta