viernes, enero 19, 2007

Un Staffordshire Bull Terrier perdido en Buenos Aires



Este es Elvis, mi perrito. El video forma parte de una campaña de concientización sobre tenencia responsable (campaña que algún día llevaré a cabo).
Últimamente los pit bulls, bull terriers, staffordshire bull terriers, dogos argentinos, fila brasileños, rotwaillers y doberman son blanco fácil de etiquetas como "perros asesinos" o "perros de la muerte". Para el ser humano es fácil declarar peligrosa a una raza, pero hay que detenerse un minuto para pensar por qué un perro llegó al extremo de atacar a una persona.
Por lo general me encuentro con gente que tiene un pit bull porque "está de moda", sin saber lo que significa tener un perro de esas características. Un pit bull es un perro como cualquier otro perro, con la diferencia que vienen marcados desde la cuna porque fueron cruzados - al igual que los staffordshires- para conseguir un perro de pelea capaz de destruir a otro en un combate. Si bien las peleas parecen haber quedado allá lejos y en el tiempo (aunque haya algunos reductos clandestinos hoy en día en este país que promuevan la lucha canina) los pits cargan con el estigma de ser los perros asesinos.
Si, puede ser que "tengan una tendencia a la agresividad", pero siempre contra otro perro, ya que la raza es muy territorialista. No sólo eso. Son muy de hacer lo que quieren, y en ese "hacer lo que quieren" hay que encontrar un equilibrio justo entre el "dejar hacer" y la "paliza por cualquier cosa". Ambos extremos, en la crianza de un pitbull, son nocivos: el primero porque cuando el dueño le quiera decir "no" a algo, el perro se va a sentir tan poderoso que le puede llegar a hacer frente. Y el segundo porque las palizas constantes crean un perro que puede llegar a ser agresivo no solo con su amo, sino con cualquiera y en cualquier lugar. Son perros de una personalidad muy marcada, no estoy diciendo "malos", sino que como persona hay que ser equlibrado para lograr educar a un perro equilibrado también.
Tuve un pitbull que se llamaba - y se sigue llamando - Chevy. No voy a decir que era incontrolable: yo no tenía carácter para saber llevarlo y educarlo. Hoy en día vive con una familia que lo adora tanto como lo adoré yo, con otras ventajas económicas y que pudieron pagarle en su momento un paseador, un adiestrador, etc. etc. Hoy es un pitbull querido por todos y que convive perfectamente con personas y otros animales.
El problema de los pits es que cualquiera le vende un pit a cualquiera. La situación se les fue de la mano a los criadores y los actuales dueños de pit bulls creen que tienen el mejor ejemplar y lo cruzan a diestra y siniestra, obteniendo a veces resultados buenos, pero en su gran mayoría bastardeando la raza al punto de que un día llegué a preguntar: "Es un pitbull o un boxer?". Los dueños responsables se asesoran con sus veterinarios, preguntan, se interesan por saber si la cruza que quieren hacer puede ser buena, preguntan cómo educarlo, cómo tenerlo bien. Otros no.
Algunos dueños adoran y quieren lo mejor para sus pits, rotts, staffies y bull terriers. Otros quieren sacar del perro su instinto de pelea y los incitan a atacar gatos, palomas y otros perros. Lamentablemente hay mucho "cebado" que no pudiendo desahogar su bronca en un gimnasio o corriendo adopta un perro calificado como "peligroso" para desahogarse a través de él.

Los perros pueden tener una tendencia al ataque, pero depende de nosotros sacar lo mejor de ellos y corregir esas conductas. No creo que existan perros asesinos, sino dueños que sacan lo peor de ellos. Sino, ¿cómo se entiende que un perro marca "PP" también reaccione mal contra una persona que pasa caminando por su vereda, o como un Cocker te gruña y tire tarascones cuando querés pasar a su lado mientras él roe su hueso?

Este es un video que muestra la agresividad de mi perro.

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