sábado, marzo 07, 2009

Oxígeno

Te miro desde la otra cama. En tu rostro veo las arrugas de una vida pasada, vivida, llena de experiencias y recuerdos. Veo la desolación, la desesperanza y la tristeza por no saber si vas a salir de esta.
-Hace cuánto que estamos en este baile?
-Ya hace más de un año.
-Y qué perdemos si bailamos un poco más?
-Nada.

La noche cae y la cama es de aquellas de hotel barato, cubiertas con un forro de plástico que evita cualquier derrame. La frazada es precaria y la almohada idem, no hay nada llamativo ni interesante que me invite a dormitar los inevitables 15 minutos que me permitirán mantenerme en vilo hasta que venga mi reemplazo. No hay nada para leer, salvo unas revistas de chimento que tiene la mujer de al lado. Cuando se duerme, le arrebato la "Paparazzi". Una nota.
"Carolina Baldini, la Chola, se separó y le dio la exclusiva a otra revista. Paparazzi lo anunció hace más de un año y lo documentó con fotos".

Y a mí qué cuernos me importa... Pero a esta altura cualquier lectura es buena con tal de que consiga liberar mi cabeza de todos los pensamientos que se le ocurren.

Dicen que la esperanza es lo último que se pierde. Pero cuando te dicen que es metástasis, adónde va esa esperanza? Yo te lo puedo decir. Va a un lugar que se llama "muerte digna", en el cual se trata que ese pasaje a la otra vida sea lo menos doloroso posible.

-Me tengo que poner bien. Quiero jugar con los nietos que me vas a dar, quiero estar para verlos.
-Vas a estar, mamá, no pienses en eso. Tenés que ponerte bien y pensar en positivo.
-Y quiero jugar con ellos, malcriarlos y ponerles limites. Una abuela también tiene que ponerlos.
-Claro, si no me tirás para atrás todo el laburo que yo hago en dos minutos.
-Exacto.

Curso práctico de dos horas sobre cómo ser hipócrita sin que se te caiga una lágrima.

Mientras tanto, mis ojos se fijan en tu pecho, observo tu respiración. Cuando se detiene, espero que ese no sea el momento. Me acerco a la cama, te tomo de la mano y abrís los ojos.

-Ma, necesitás algo? Te duele algo?
-No, sólo estoy triste.
-Por qué?
-Quiero estar en casa. Extraño mi casa.
-Yo también extraño la mía, pero no pienso en eso.

El tubo de oxígeno se vacía por completo. Giro la válvula y no sale nada. Llamo a la enfermera, viene el oxigenero y lo repone. Y la vida vuelve por 3 horas más.

1 comentario:

Mariano De María dijo...

Ay turca, no puedo sostener esa lágrima que se me escapa por el borde del ojo a leer tus palabras... Te mando mucha fuerza, mucha energía y todo el apoyo que te pueda dar en un momento así. Cualquier cosa tenes mi número, me pegas un llamado y estoy.

Sólo una anécdota:

Hoy se acerca mi viejo y estabamos hablando de los libros y me felicita y me abraza. Así abrazados le digo:
- A la abuela Adela le hubieran gustado mucho mis libros.
Y él me responde:
- Le gustan, Marian. A la abuela Adela le gustan mucho tus libros.